Día 1 de agosto
BATH Y STONEHENGE
KM: 346
Lugares visitados: Bath (Royal Crescent, the circus y
los baños romanos) y Stonehenge.
Pernocta: Camping de Salisbury, cerca
de “Old Sarum”
Hoy teníamos previsto llegar a
Salisbury y dado que disponiamos de tiempo al decidir no esperar hasta las 11
para ver Powis Castle, pusimos rumbo a Stonehenge pero deteniéndonos antes en la
ciudad de Bath. Llegados aquí
dejamos la camper en un gran aparcamiento. Después de comer nos fuimos
directamente al “Royal Crescent”,
lugar donde se levantan 30 mansiones con preciosas fachadas construidas una a
continuación de otra formando un gigantesco arco semicircular y que es un
símbolo de la arquitectura neoclásica. Después una calle nos dirigió
directamente a “the circus”,
círculo de casas prácticamente idénticas
a las que se accede por tres calles equidistantes entre sí dejando en el centro
una gran plaza.
De aquí fuimos paseando por agradables y bulliciosas calles
peatonales hasta sus famosos baños
romanos. Con la correspondiente entrada, que dicho sea de paso fue muy
cara, nos entregaron unos telefonillos que nos guiaban por el recinto explicándonos
en español cada rincón. El tamaño de este lugar, donde al día manan más de un
millón de litros de agua a más de 40ºC , es impresionante. Se comienza en una gran alberca para continuar con el
manantial en el que se pueden ver las burbujas producidas por los gases y que
los romanos explicaban por magia. Luego hay un pequeño “montaje” con cachos que
han ido encontrando y que resulta un poco pesado, pero se pasa rapidamente a
otras zonas donde se puede contemplar el suelo de los baños de vapor, los baños
en sí y el frigidarium, así como otras estancias que lo componían. Realmente
interesante y muy bien cuidado.
De Bath ponemos rumbo a Stonehenge ya que tan solo son las 6. Pero es viernes y nos
encontramos con atascos. El conjunto aparece en la carretera, solitario y
gigantesco enmarcado, como no, entre un suelo verde y un cielo gris que amenaza
lluvia. Aquí también nos proporcionan un “telefonillo” con las explicaciones y
se va dando la vuelta a este espectacular y fascinante circulo mágico del que todavía
desconocen su finalidad. En cuanto a su ubicación, me pareció más bonita el
entorno de Castlerigg Stone Circle, aunque en cuanto a espectacularidad no
tiene nada que ver uno con otro. Este cronlech en el marco de Castlerigg Stone
seria impresionante. Tarde ya, fuimos a buscar un camping que encontramos a
escasos km de Salisbury, del Camping and caravaning club. Con el carnet
internacional de camping nos cuesta 13 libras . Se trata de un inmenso prado verde,
con puntos de agua y recogida de basuras rodeado de vallas al igual que en
Edimburgo, y un edificio central que tiene los servicios comunes. Limpio y más
que suficiente. Aquí no nos dan llave para los servicios, si no un código para
acceder a ellos, con la única instrucción de guardar una distancia mínima con
otro elemento de acampada de 6
metros . Igual que en España. Nuestra zona carece de
enchufes para toma de luz, y todo el camping carece de iluminación por lo que
se sume en la oscuridad cuando cae la noche, pero reina la paz y la
tranquilidad pese a que la noche es estupenda y la gente va y viene con sus
linternas.
Día 2 de agosto.
DEJAMOS LA ISLA
Lugares visitados. Salisbury
Pernocta: Cap gris nef (costa francesa)
Relajadamente nos dirigimos a Salisbury, a visitar su catedral. Desde
afuera impresiona su gigantesca aguja que se eleva hacia el cielo. El interior,
gótico inglés, es bonito, destacando en la sala capitular un ejemplar de la
carta magna, y en la catedral ,lo que posiblemente sea el reloj en
funcionamiento más antiguo del mundo (XIV). Merece una visita.. Las calles de
esta ciudad, cuidadas y limpias como todas, aparecen bulliciosas y llenas de
gente.
Dando ya por terminado nuestro itinerario por la Isla , ponemos rumbo a Dover
por autopistas, aunque tengamos que dar un poco más de vuelta y acercarnos a
Londres. Llegamos a nuestro destino a las 5 y decidimos ir a preguntar precios.
Nos temíamos que esta vez ibamos a tener que pagar 205 € en un ferry que salía
a las 7,15, en cualquiera de las dos compañias. El horario nos convenía más el
de Seafrance así que compramos los billetes y fuimos a la zona de embarque. A
15 minutos de las 6 nos encontramos en la cola para embarcar y nos informan de
que en 10 minutos procederemos a ello. A nuestro comentario de que nuestro
billete es para las 7;15, dicen que como hay sitio podemos embarcar. Genial,
así en una hora en el continente y tendremos tiempo de buscar un buen sitio
donde pernoctar.
Dejamos atrás los blancos acantilados de Dover y nos acercamos
a Francia. Desde el ferry vemos zonas de aparcamientos con autocaravanas y al
desembarcar vamos a buscarlas. Localizadas en Cap gris nef y dirigiéndonos a
esta zona descubrimos autocaravanas aparcadas en una cuneta ancha y seguimos
subiendo hasta llegar a la parte más alta del cabo. Está llena de turismos,
autocaravanas y gente sentada que espera contemplar la puesta de sol. Este cabo
está en un acantilado alto lleno de bunkers de la 2ª guerra mundial que se
conservan en perfecto estado y la vista
es excepcional: bonitas playas abajo a ambos lados de este gigantesco
acantilado, el mar que se extiende a nuestros pies y al fondo, Dover y el sol
comenzando a ocultarse. La gente lo contempla en silencio y con sus cámaras en
la mano...hermosa puesta de sol. Aquí decidimos quedarnos. Cenamos y pasamos la
noche acompañados no solo por autocaravanas sino por turismos con gente que pernocta
dentro. Desperté a media noche y pude contemplar el canal con las luces de los
barcos que lo atravesaban en la oscuridad. Bonito espectáculo.
Día 3 de agosto
REGRESAMOS POR
FRANCIA.
Pernocta: Saumur a
las puertas de un camping junto a la zona deportiva y a orillas del Loira
Después
de una tranquila noche, comenzamos la mañana con un macarra en el turismo de al
lado al que le encantaba el “rap” pero un poco sordo. Cuando escuchamos 5 ó 6
veces la misma canción, por salud mental, nos movimos unos metros para desayunas con tranquilidad.
Iniciamos después nuestra bajada hacia las Landas con objeto de descansar en la
playa. Estabamos cansados y el calor comenzaba a apretar. Habiamos pasado de
una temperatura máxima de 20ºC
o menos a más de 30ºC
en pocas horas. El día transcurre por autopistas y carreteras en dirección al
sur. A la hora de buscar un sitio para dormir, el termómetro exterior marca 40ºC a las 8 de la tarde.
Insoportable. Me temo que no podamos conciliar el suelo, así es que continuamos
camino hasta Saumur a buscar un lugar más fresco. Y la suerte nos sonrie:
encontramos un lugar a la entrada de uno de sus camping junto a la zona
deportiva. Está muy arbolado, con cesped, a orillas de Loira, con media docena
de autocaravanas más y con 4 grados menos, podemos incluso, cenar fuera.
Día 4 de agosto
LAS LANDAS
Pernocta: cerca del camping panorama de Ares a Arcachón
Dormimos hasta más de las 8. Se nota el cansancio. Salimos cerca de las
10 en dirección a Arcachon. El calor aprieta llegando a 45ºC en un area de servicio de
la autopista. Es afixiante, sobre todo cuando hace dos días teníamos la mitad,
e incluso menos. Echamos agua en un sitio especial para cargar y descargar agua
de autocaravanas en el area de servicio de la autopista. La manguera de carga
es como las de las gasolineras por lo que tardamos muy poco en llenar nuestro
depósito. Igual que en España. A las 5 estamos en Burdeos y media hora después
en Ares. En la playa, pero cuando nos acercamos a ella....¡estaba seco!. Es
como un lago interior y o bien estaba seco o la marea baja. Las pequeñas barcas
estaban sobre la tierra. Es desolador. Circulando entre casas bajas y jardines
, decidimos ir al camping de Arcachón, en dirección a las “playas oceánicas”.
Comenzamos a verlos, uno tras otro, pero sus precios son prohibitivos, para ser
franceses: de 25 a
30 euros. Salimos espantados. A nuestra derecha se levantaban gigantescas dunas
por las que se debían de deslizar en tablas (“beachboard”?). Es una zona bonita
y muy arbolada de pinos. Pasando el camping Panorama vemos a nuestra derecha un
aparcamiento entre un enorme pinar y playa. Una señal de prohibición para
autocaravanas nos da la bienvenida pero curiosamente el sitio está plagado de
ellas. Es la mayor concentración que hemos visto hasta ahora y preguntamos si
podemos quedarnos. Nos dicen que llevan allí 5 días sin problemas así es que
decidimos buscar un buen sitio y acoplarnos. Son las 6,30 y hace mucho calor.
Nos vamos a la playa que está llena, pero es muy grande. Hay una tabla con la
temperatura del agua a distintas horas del día. Aunque es el atlántico, el agua
tiene 22ºC
y a 40ºC
apetece un baño. La playa tiene una especie de “piedras negras”, planas, que se
deshacen al tocarlas, dejando un pequeño rastro negro pero que no ensucia.
Parece chapapote solidificado. Regresamos intentando encontrar duchas. Vemos
unos baños y alguien que ha puesto una manguera en un grifo y que en un baño la
utiliza a modo de ducha. Gente que acarrea cacharros para fregarlos en estos
servicios públicos. Vaya! Parece que algunos franceses en su tierra, claro, son
un poco guarros. Nosotros, en previsión de una posible pernocta fuera de
camping y en playa, habíamos llenado la ducha portatil, la bolsa de 20 litros que dejamos
colgando de un pino antes de irnos a la playa. La colgamos del portón de la
camper abierto y fue suficiente para darnos los 4 una buena ducha. Cenamos
tranquilamente en un sitio que sin duda era mejor que muchos campings
españoles: entre pinos con una distancia mínima a otra autocaravana de 6 o 7 metros y no se oye
absolutamente nada, de vez en cuando algún susurro, pero nada más. La noche se
nos echa encima y nos vamos a dormir. Vemos como las autocaravanas más próximas
tienen todo abierto, hasta las puertas, y a lo largo de la noche entendemos el
por qué. Mucho calor. Luego supimos de la “ola de calor” que asoló toda Europa.
Y la padecimos. Quizás por esto habíamos disfrutado de un tiempo tan agradable
en Escocia, donde nos habian dicho que podríamos pasar hasta frío y de hecho,
llevábamos un calefactor. Echamos de menos los 18ºC de Gran Bretaña.
5 de Agosto
SE ACABÓ.
Después
de una calurosa noche y más caluroso día de viaje, llegamos sin más que contar
a nuestro primer destino de descanso: Priego de Cuenca.
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(Ir a la parte izda. de la pág.: "El Oeste. Gales")
Mª Angeles del Valle Blázquez
Boadilla del Monte, Otoño del 2003
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