Fantástico paseo por
un libro de postales: nobles, ricos y elegantes
palacios erigidos en el centro de impresionantes jardines de un verde
inmaculado, pintorescos pueblos con casas y rincones donde el tiempo se ha congelado siglos atrás, ruinosas
abadías envueltas en el misterio de los años y enmarcadas en espectaculares
paisajes, y el color verde con una infinita gama de tonos
que tapiza y cubre suavemente la
tierra como una manta de terciopelo que
lo envuelve y lo impregna
todo, suaves lomas desnudas en
inhóspitos lugares, hermosos valles dibujados por ríos;
lagos, lagunas y rías que reflejan en sus aguas las formas y los nítidos colores de su alrededor, acantilados que se asoman sin vértigo a un
azul intenso que se funde con los azules, grises o blancos de un cielo luminoso
y trasparente, sobrias fortalezas
vigilantes asomadas al mar, encaramadas en inexpugnables roquedales o
acariciadas por las aguas de hermosos lagos. Todo un lujo para nuestros ojos y
un bálsamo para el corazón.
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