5.- EL NORTE Y OESTE. SKY

24 de julio.
LOCH NESS Y EL WESTER ROSS

KM: 294.
Lugares visitados: Lago Ness, jardines de Inverew y Loch Maree.
Pernocta: Shieldaig

Despertamos después de una tranquila noche y al salir de la camper una nube de concejos corren ladera arriba. ¡Que cantidad de ellos hay por toda la isla!. Luego nos dijeron que no los cazan. Nos acercamos a Telco a hacer compra. El día está nublado pero la temperatura es muy agradable. Ponemos rumbo a Invernes por la A9, hacia el lago Ness

Aquí es donde comenzamos a ver autocaravanas y escoceses tocando la gaita en los miradores o aparcamientos que recorrían el lago. Es un lago precioso, pero no más que otros. Vamos  hacia el castillo de Urquart, en el centro del lago. Sus ruinas enmarcadas por el verde y el azul del lago, tienen una preciosa foto. No entramos ya que nos comentaron que no merecía mucho la pena.Continuamos hacia el norte en dirección Ullapool por carreteras secundarias, aunque no llegaremos a esta ciudad que la dejaremos al norte para internarnos de lleno en el recorrido del Wester Ross.

Empiezan a sucederse paisajes boscosos, luego otros con suaves lomas desnudas , lagos, agua por todos los sitios...hermoso, pero inhóspito lugar. Se abre un valle en forma de "U" que parece sacado de una película o postal. Conducimos despacio, a 70 u 80 km,  saboreando estos paisajes. Llegamos a la bahia de Gruinard en la que se abre una playa arenosa por la que "estiramos las patitas" y comemos para continuar dirección a Inverewe por una preciosa carretera que va recorriendo la costa dejando a un lado y a otro lagos, ríos, lomas y  montañas tapizadas de una gran variedad de tonos verdes. Parece que viajamos a través de una postal o sucesión de ellas. Una gran sensación de paz nos llena. 

Por la 832 llegamos a los jardines de Inverewe y decidimos dar un paseo por ellos, resultando ser una auténtica preciosidad.  Hay una gran variedad de vegetación, distintos ambientes, flores de todos los colores...parece que aquí siempre es primavera. Los senderos que recorren todo el parque nos van llevando de rincón a rincón cada uno bonito y distinto del otro. Nos resulta llamativa la huerta ya que han conseguido hacer un auténtico jardín combinando la plantación de distintas hortalizas: lechugas junto a cebollas al lado de coliflores o coles, junto a zanahorias...todo perfecta y armoniosamente combinados creando un espectáculo de armonía y color para la vista. Paseamos más de una hora. 

Continuamos camino de Loch Maree, dejando atrás Gairloch y  la catarata Victoria (a escasos 100 m de la carretera). Este majestuoso lago está sembrado de pequeñas islas aunque el arbolado no nos deja disfrutar plenamente de toda su belleza. En Kinlochewe ponemos dirección a Glen Torridon por la A 896. Comenzamos a ver una señal de peligro que dice “Casttle grid”, “paso de ganado”, donde la carretera se ve interrumpida por unas barras metálicas con mucha separación que impiden que el ganado salga. Llegamos a  Shieldaig y a la derecha descubrimos un grupo de autocaravanas, caravanas y tiendas y decidimos dar la vuelta para echar un vistazo pensando más que era un camping. Pero no es así, es un lugar de acampada libre en una situación inmejorable: en lo alto de un acantilado suave, con el mar en frente  y una pequeña isla, suelo de hierba, ovejitas escocesas (cara negra, lana blanca) pastando tranquilamente entre los acampados,  la compañía de otras autos y tiendas, agua a 50 m y los baños del pueblo que está bajando el acantilado  por la carretera o por una vereda. Junto al grifo de toma de agua una caja que a modo de hucha invita a dejar la voluntad para el mantenimiento del lugar de acampada. Los baños, como todos los vistos hasta ahora, están inmaculados y huelen a recién limpios. Decidimos quedarnos. La vista desde el interior de la camper es excepcional: al parabrisas se abre la tranquila bahía, la inmensidad del mar y la isla de frente, con la puesta de sol. 

Todo un lujo para los ojos y para disfrutar del descanso del final del día. Pero no se puede estar afuera, los mosquitos (llamados aquí “midgie”) nos comen vivos. Son muy pequeños, negros y pican como auténticos demonios. El repelente impide que nos piquen pero algo parecido a una nube rodea nuestras cabezas. Nos vemos obligados a cenar dentro, aunque disfrutamos de una espléndida vista. Nos vamos a dormir con mucha luz.

25 de julio
POR EL WESTER ROSS Y LA ISLA DE SKY

Km recorridos: 230
Lugares visitados: salto de salmones, Kylerhea (reserva de nutrias y focas) y Portree.
Pernocta: Camping de Staffin

Me despierto a las cuatro menos diez y la claridad es total. Me gustaría saber qué luz hay a las 12 de la noche. Consigo dormirme hasta las 7,30. Los austriacos de al lado nos cuentan donde podemos ver salmones saltando, 5 o 6 km hacia atrás. Cargamos agua que es amarilla y creemos que no se puede beber. 

Volvemos hacia atrás, a un río que une Loch Damph desde upper LocH Torridon. No existe señal alguna tan solo referencias: una casa solitaria en lo alto de una loma con un molino de viento moderno a un lado de la carretera y un poco después (desde Shieldaig) un puentecito que pasa por este río y una puerta cerrada que da acceso a un camino que da la bienvenida a los caminantes. Apenas hay sitio para aparcar. Siguiendo este camino o vereda que deja el río a la derecha, después de unos ( 500m y unos 5 o 10 minutos sorteando charcos de agua y barro, se llega a una pequeña cascada o desnivel del terreno. Ahora es cuestión de paciencia. Yo pensaba que lo iba a ver como en los documentales de la 2, salmón tras salmón, pero no es así y transcurre tiempo entre un salto y otro. Los había enormes y también auténticas sardinillas. Algunos se golpeaban contra las rocas produciendo un ruido sordo que estremecía. Permanecimos unos 30 minutos disfrutando en soledad de este espectáculo que nos brindaba la naturaleza.


De vuelta pusimos rumbo a Applecross siguiendo nuestro recorrido por el Wester Ross y de nuevo por passing place. Los paisajes son preciosos: distintas tonalidades de verde que se funden con el azul del mar, o el gris o blanco de las nuebes del cielo. La carretera bordea la costa  abriéndose a paisajes desérticos y deshabitados donde sólo se ven ovejas. Inhóspito, salvaje y hermoso. 

En Applecross se abre una bonita bahía y playa de arena e inmediatamente comienza un pronunciado ascenso:  Bealach-na Bo, paso de ganado en gaélico, de tan sólo 626 m, pero que asciende rápidamente por un pronunciado desnivel y con passing place. Una puerta de madera abierta a este paso nos indica que en invierno debe quedar cortada. La carretera es de tamaño más que justo y la visibilidad no muy buena. Más de una vez tenemos que dar marcha atrás para poder pasar y se “nos ponen de corbata”. Arriba nos espera la niebla, por lo que no podemos disfrutar de lo que los libros describen como una impresionante vista. No recomendamos este paso para autocaravanas. 

Al bajar, en una curva, un grupo de ciclistas se estás desnudando: han decidido descender a unos 12ºC en pelota picada. Alguno, más pudoroso, se pone la camiseta tapando el culo, pero otros no. Como conducía yo, podría haber disfrutado más de la vista si no llega a ser porque a media bajada me doy cuenta de que el freno de mano está medio echado al impedir la cámara de fotos que bajara totalmente. Huele que apesta a neumático quemado y sale algo de humo. Pese al susto, todo se quedó en eso: un susto. Casi al final de nuestra bajada volvimos a coincidir con el grupo de ciclistas, esta vez realizando la operación contraria a desvestirse. 


Con grandes sonrisas en nuestros rostros les saludamos calurosamente y continuamos hasta Locharron, dirección Kyle of Lochalsh disfrutando de hermosos paisajes a derecha, izquierda, de frente, por detrás...eran como postales. 

En Kyle of Lochalsh pagamos 5 libras y atravesamos el puente que nos lleva a la isla de Sky poniendo rumbo a Kylerhea, una reserva de nutrias y focas de la que unos madrileños camperos nos habían hablado. Los carteles aquí están en gaélico e inglés. 

De nuevo la carretera es de “passing place” y si al principio la vista a lo largo de ésta es buena, el tramo final fue de susto: cambios de rasante y curvas que impiden una buena  visibilidad, lo que nos la hace más larga y dura. El paisaje que aparece de  fondo es una maravilla: se abre al mar y a la isla de Gran Bretaña, azul, verde, blanco y gris se mezclan conformando un paisaje maravilloso. Antes de llegar a Kylerhea, a la izquierda aparece una carretera que sube en dirección a “Otter haven”. Al final dejamos la camper en el parking y después de caminar unos 15 encontramos un “hite” colgado sobre el mar. Esperamos y vemos aparecer  intermitentemente cabezas y cuerpos flotando de focas o nutrias, de color grisaceo con manchas. Algunas tienen la nariz picuda. Flotan un tiempo y de pronto se sumergen de nuevo para aparecer en otro lugar. En una media hora vimos unas 5 o 6 apariciones, que no sabemos si era la misma o si eran focas o nutrias, aunque suponemos que más bien eran ejemplares de foca gris, típica de estas latitudes. A la salida había un libro en el que cada visitante podía reflejar el día la hora, el tiempo permanecido y lo que había visto (“otters”  o “silkies”). Como en España, igual. 

Nos dirigimos a Portree. La isla es una preciosidad y la luz del sol resalta los colores y los contrastes. El aire es muy limpio y la luminosidad excepcional. Montañas verdes, cielo azul con nubes blancas, el azul del mar...Pasamos Portree con su precioso puerto deportivo con casas de colores en dirección a Staffin. Los pueblos suelen ser dos casas y no vemos autos aparcadas así es que entramos en el camping de Staffin que resultó un poco cutre pero no pudimos elegir. El chico de recepción habla un inglés incomprensible para mis oídos (normal), y para los oídos de mis hijos, lo cual ya no es tan normal. Al parecer sustituía por un rato al dueño y deduzco que posiblemente hablaba con una mezcla de gaélico. Los conejos pastan apaciblemente entre la hierva del camping y lamentablemente los mosquitos también: nos quieren comer...cenamos y a dormir con luz a las 11 de la noche, igual que a las 4 menos diez de la mañana. Aquí parece haber tan solo 4 horas de oscuridad, si las hay.

26 de julio
DEJAMOS SKY

Km: 360
Península de Trotternish y las Cuillins (Isla de Sky), castillo de Eileam McDonan, Glen Shiel, Fort Willians.
Pernocta: Aparcamiento de la oficina de turismo de Ballachulisch.

Pusimos rumbo al norte hacia la Península de Trotternish de preciosos paisajes pelados salpicados de ovejas. Dejamos atrás Uig, segunda ciudad en importancia de la isla que tenia 4 casas y media y nos dirigimos hacia el sur, hasta Bave y luego al oeste hacia Dunvengan. El paisaje aquí cambia, está mas arbolado pero carece de la belleza de los otros lugares de esta isla. Sólo a partir de Bracadale, dirección sur, vuelve a parecer que viajamos a través de una sucesión de “postales”. Pasado Drynoch tomamos una carretera de “passing place” hacia las “Cuillins”, espectaculares montañas que conforman uno de los paisajes más típicos de esta isla. El trayecto es facil y con buena visibilidad y el paisaje muy bonito. Al final aparecen estas montañas de más de 1000 m, tapizadas de terciopelo verde de distintos tonos y cubierta alguna de sus cumbres con nubes. Merece la pena hacer el trayecto.

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